24 de octubre de 2011

MARCO CONTEXTUAL

Hablar del contexto social del problema planteado en nuestra investigación nos remonta a la época prehispánica, al México precolombino, aquella época donde las diferentes culturas que habitaban el Valle de México, ya que Mucho antes de la Conquista se producían y consumían bebidas con alcohol y los pueblos prehispánicos contaban con normas específicas acerca de quién podía beber o embriagarse y cuándo.
En el México prehispánico, el consumo de ésta y de otras bebidas estaba asociado y restringido prácticamente a las ceremonias religiosas. En las fiestas en honor de los dioses la mayoría del pueblo compartía la bebida sagrada, y también era frecuente su uso con fines terapéuticos, como en las mujeres recién paridas, para aminorar sus dolores y aumentar su producción de leche.
En una época como la nuestra, en la que el permisivismo está en pleno apogeo y que la sociedad ve estados como la embriaguez de una persona o todo un grupo de ellas con toda la naturalidad del mundo, encontramos que el problema va más allá e implica muchos factores de diversa índole y naturaleza, sociales, históricos, mediáticos, culturales y religiosos, por solo citar algunos ejemplos, es una mezcla homogénea de agentes que, sumados, desembocan en el centro de nuestro problema, una mezcla cierta y relativamente homogenea de factores, más o menos trascendentales que, en conjunto, delimitan y forjan el contexto social propicio para el desarrollo de nuestro problema tratado y la falta de control que aminoré las consecuencias de éste.

Bajo el contexto prehispanico, sí los jóvenes bebían más de lo permitido o en situaciones prohibidas, cometían una ofensa grave y se les lapidaba o apaleaba hasta la muerte en los casos extremos. Cuando incurrían en el exceso por primera vez eran trasquilados en la plaza pública, y en caso de reincidir se les derribaba su casa, dándoles a entender que quienes se conducían así no eran dignos de tener casa en el pueblo ni contarse entre los vecinos. También se les prohibía ejercer todo oficio honroso en la comunidad, pero bajo el contexto del México de 2011, y aunque las autoridades pretenden controlar el consumo, la venta y los efectos que este tipo de bebidas producen en la sociedad mediante programas como el alcoholímetro, la ley seca, operativos revisores en bares y cantinas  observamos clara y crudamente que el control y las normas a este respecto no son tan efectivas como debieran.

Antes de la llegada de los españoles no bastaba con dar un significado religioso a la bebida: era necesario controlar el comportamiento de los individuos, y esto se logró con normas claras y severas sanciones para el infractor. Con esas medidas la sociedad mexica pudo mantener control sobre el consumo de pulque durante un periodo prolongado, hasta la Conquista. Así que, ¿qué hace falta para que los jóvenes y la sociedad en general tengan mayor responsabilidad? ¿Regresar a este tipo de sanciones, involucionar para evolucionar? o ¿realmente educar a la socieda y tratar de concientizar a los integrantes de dicha sociedad?

-Berruecos Villalobos, Luis A. “El alcoholismo en México: situación actual y perspectivas”. En: Alcoholismo: Visión Integral. Rafael Velasco Fernández, (Ed.). México: Trillas, S.A., 1988: 74-92

-García Salgado, Roberto: “La actitud de los jóvenes ante el consumo del alcohol”. En: Cuadernos FISAC, (Fundación de Investigaciones Sociales, A.C., Cd. de México): Mayo 2001, Año 2, Vol. 1, No.009: 47-54


 


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